domingo, 20 de noviembre de 2011

Fortunata y Jacinta


Fortunata y Jacinta

A poco de acostarse notó Jacinta que su marido dormía profundamente. Observábale desvelada, tendiendo una mirada tenaz de cama a cama. Creyó que hablaba en sueños... pero no; era simplemente quejido sin articulación que acostumbraba a lanzar cuando dormía, quizá por causa de una mala postura. Los pensamientos políticos nacidos de las conversaciones de aquella noche, huyeron pronto de la mente de Jacinta. ¿Qué le importaba a ella que hubiese República o Monarquía, ni que D. Amadeo se fuera o se quedase? Más le importaba la conducta de aquel ingrato que a su lado dormía tan tranquilo. Porque no tenía duda de que Juan andaba algo distraído, y esto no lo podían notar sus padres por la sencilla razón de que no le veían nunca tan cerca como su mujer. El pérfido guardaba tan bien las apariencias, que nada hacía ni decía en familia que no revelara una conducta regular y correctísima. Trataba a su mujer con un cariño tal, que... vamos, se le tomaría por enamorado. Sólo allí, de aquella puerta para adentro, se descubrían las trastada.
Pensando en esto, pasó Jacinta parte de aquella noche, atando cabos, como ella decía, para ver si de los hechos aislados lograba sacar alguna afirmación. Estos hechos, valga la verdad, no arrojaban mucha luz que digamos sobre lo que se quería demostrar. Tal día y a tal hora Juan había salido bruscamente, después de estar un rato muy pensativo, pero muy pensativo. Tal día y a tal hora Juan había recibido una carta, que le había puesto de mal humor. Por más que ella hizo, no la había podido encontrar. Tal día y a tal hora, yendo ella y Barbarita por la calle de Preciados, se encontraron a Juan que venía deprisa y muy abstraído. Al verlas, quedose algo cortado; pero sabía dominarse pronto. Ninguno de estos datos probaba nada; pero no cabía duda: su marido se la estaba pegando.

Fortunata y Jacinta es parte de la obra de Benito Pérez Galdós. Novelista, dramaturgo y cronisto español, uno de los principales escritores de la lengua española.
Este extracto consta de dos parráfos, de quince y doce líneas.
Soliloquio, línea 7. “¿Qué le importaba a ella que hubiese República o Monarquía, ni que D. Amadeo se fuera o se quedase? “.
Anáfora, línea 19,21,23. “Tal día y a tal hora…”
Metáfora, línea 5: “Los pensamientos políticos nacidos de las conversaciones de aquella noche…”
Internamente puedo diferenciar dos partes.
- La primera, de la línea 1-15
- La segunda, de la 16-27
Mucho mónologo interior.
Benito Pérez forma parte del Realismo (S.XIX).
Se pueden encontrar algunas de las principales características,
Soy incapaz de relacionar este texto con la época porque no entiendo el texto, ya que no se de que trata el libro.

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